14/4/15

El ritmo de Papa Francisco y su viaje a nuestra tierra



La Curia Vaticana es como un gran reloj. El tiempo es Jesucristo y como cabeza visible tiene al Papa – sucesor de San Pedro – que garantiza que los engranajes, algunos grandes y otros pequeños, funcionen a buen ritmo. Con la reforma de la Curia Vaticana que Papa Francisco está liderando habrá un cambio de este sistema de relojería.

Para seguir usando esta metáfora diría que hoy la Curia Vaticana lleva el ritmo de “Bergoglio”; tuve la suerte de estar en primera fila en la Plaza San Pedro, hace dos años cuando en el día de su elección estábamos acompañando a los fotógrafos de las principales agencias informativas del mundo, y tuvimos la fortuna de estar en frente del balcón por el que Papa Francisco salió a dar las buenas noches y a pedir por primera vez que rezáramos por él.


Es muy cierto que Papa Francisco está revolucionando la Iglesia, sobre todo por sus signos y la coherencia entre lo que dice y lo que hace. Si Papa Benedicto XVI fue un gran teólogo y académico, con un pontificado y un magisterio (enseñanza) iluminadores ante las propuestas de la postmodernidad; Francisco con su lenguaje sencillo se hace entender por más personas, cada día tomo el tren por 60 km y durante el viaje la gente habla de los discursos y mensajes del Papa; sobre todo de sus consejos que nacen de una vida de párroco y de “callejero” como él mismo comentó. Pero en definitiva la revolución de Bergoglio es aquella de la ternura y la misericordia.

El viaje que Papa francisco realizará a Ecuador, Bolivia y Paraguay será el primer viaje de su Pontificado a América Latina, programado por él mismo; en el sentido que cuando viajó a Río de Janerio en Julio del 2013 cumplió la agenda de su antecesor. Sin embargo, ahora viene a visitar nuestras tierras y será un viaje en el que el Sucesor de Pedro sacudirá nuestra fe, nos recordará que los católicos no somos “cristianos de museo”, que los jóvenes tienen que ser protagonistas de la sociedad, que no pueden “balconear la vida”.

Seguramente será un viaje que marcará la vida de la Iglesia en Bolivia, así como Juan Pablo marcó la vida de las generaciones de los años Ochenta; muchos adolescentes y jóvenes de aquel entonces, hoy son realmente los protagonistas de la sociedad boliviana: padres y madres de familia, obreros, empresarios… que recuerdan la visita del Papa Juan Pablo II como sembrador de justicia y esperanza.

A diferencia de aquella visita papal que se preparó durante 13 meses, el anuncio de esta nueva visita pastoral de Papa Francisco ha dejado muy poco tiempo para su preparación, esto significará un gran esfuerzo para las parroquias, diócesis y la Conferencia Episcopal; que junto a las autoridades civiles tendrán que preparar la visita pastoral del Papa Francisco, evitando toda manipulación política de este evento religioso.

Como ya se sabe la propuesta del programa y los detalles del viaje se han elaborado al más alto nivel, entre representantes de la Conferencia Episcopal – cuyo presidente actual es el arzobispo de Cochabamba –, autoridades gubernamentales y de la misma curia vaticana. Finalmente el Papa aceptará o modificará su itinerario porque al fin al cabo se trata de un viaje suyo.

Sobre el Vaticano se ha escrito mucho y hay mucha literatura de ciencia ficción; por eso es necesario informar y formar sobre la naturaleza de este Estado – uno de los más pequeños del mundo – del cual la cabeza es el Papa, pero no sólo como “cabeza” de un estado soberano e independiente ubicado en la ciudad de Roma sino también señalando que el Papa es el líder espiritual de millones de católicos en todo el mundo, es el responsable de esa barca que es la Iglesia. Él es quien lleva el timón. Para usar palabras sencillas podríamos diferenciar entre el Estado Ciudad del Vaticano  – una realidad más terrena creada en 1929 con los Pactos Lateranense – y la Santa Sede que es una realidad que se puede entender desde la fe, porque justamente allí está enterrado el primer Papa, es decir San Pedro, aquél a quien Jesucristo le dio el encargo de “cuidar su rebaño”. Justamente por eso Francisco recibirá los honores de un jefe de estado cuando llegue a Bolivia, pero sobre todo recibirá la bienvenida de miles de católicos que esperan al Sucesor de Pedro.


Ariel Beramendi es sacerdote y comunicador

No hay comentarios:

Publicar un comentario