Lo que aprendí haciendo el audiolibro de mi propia novela

Durante la cuarentena 2020 he realizado un audiolibro, en realidad he grabado en video la lectura de la novela El amor bajo las piedras, que publiqué al final del año 2017.

Fue una alegría volver a llegar a muchas personas con la historia y los personajes, pues muchos aficionados a la lectura o a la temática de la novela no conocían de la novela. Recibí mensajes de personas que se emocionaban con la historia y me pedían con impaciencia el próximo capítulo grabado.

Hubo un señor anciano que me hizo llegar un mensaje de audio a través de WhatsApp contándome su historia en Pulacayo y parecía un reclamo silencioso de un personaje olvidado de la novela.

Sin embargo, también la experiencia me ha dejado enseñanzas prácticas, porque al leer la novela he encontrado algunos errores de mecanografía (tipeo) y esto me horrorizó después de que el texto fue revisado por dos personas diferente.

Aprendí que:

• No debo apresurarme en publicar un texto literario. Fue esto lo que me pasó con la novela, que todavía podía tener más historias, pero me encontré en la necesidad de terminarlo debido a mis actividades de trabajo. Ya que la escritura hasta ahora es solo una actividad lateral a todo lo que realizo.
• Debo hacer editar el texto y someterme a su juicio. Tal vez, lo más difícil en aquel momento, en el que tenía una urgencia personal de subir un peldaño más en el capricho de ser aprendiz de escritor. Sin embargo, aprendí que el autor ha de abandonarse en una tercera persona profesional que mutile, modifique y sugiera cambios, incluso radicales, en el texto antes que sea puesto en manos de los lectores finales.
• Finalmente, el último responsable soy yo. Tal vez debía haber hecho el ejercicio de lectura en voz alta, e incluso grabarme, para descubrir ciertos errores o posibles cadencias y falta de ritmo en la lectura.
•  Al leer la novela, odié el uso qui hice de las comas y espero no volver a cometer este error nuevamente. A veces, pienso que si tengo una copia me dará pena regalarla.

Pienso que el lector tiene que ser respetado y a sus manos ha de llegar un texto pulcro y que tenga todo en su lugar. Aunque esto signifique un trabajo paciente de esperar el momento de su publicación. Eso, siempre y cuando encuentre alguien que quiera publicar.

Ahora bien, poniendo en la balanza lo positivo y lo negativo de la experiencia de haber realizado un audiolibro, creo que desde muy lejos se ve que le he dado una nueva vida a mi historia, porque ha llegado a gente que tal vez nunca lo hubieran conocido.