¿Qué es la soledad sino una enfermedad con la que tenemos que aprender a convivir? Nunca desaparecerá de nuestras vidas y en cierta manera la necesitamos para hacer introspección, para meditar y encontrarnos con nosotros mismos y con Dios.
Mas la soledad no puede cubrirnos totalmente. Para mí es ya como una amiga de piel pálida y labios azulinos, que cuando me quiere besar sólo me dejo acariciar, y así, fría e inevitablemente aprecio más el calor de la buena amistad que es vino añejo que alegra y calienta el alma.
Es triste ver tanta gente enferma de soledad: sombras, que se esconden de la luz, pretendiendo no sufrir ni el frío ni el calor, sólo buscan sucedáneos pasajeros de usar y desechar.
Cómo eres cruel y juguetona: soledad.
por: Ariel Beremendi.
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