Escolástica Alzugaray Veramendi nació en Potosí el 11 de febrero de 1917, es la segunda de tres hermanos ya fallecidos, todos oriundos de Potosí. Su padre trabajó en la empresa Bolivia Railway –luego, convertida en la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL)–, y junto a toda su familia vivió en Pulacayo.
Se casó a los 24 años con Humberto Villegas Chacón y tuvieron cuatro hijos: María Teresa, José Humberto (+), Juan Carlos y Álvaro.
Aquí mi saludo por sus 100 años de vida.
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Mi tía Escolástica es una mujer cuya historia se pierde cien años atrás. No conozco su vida cuanto quisiera, porque no tuve la oportunidad a de preguntarle sobre su pasado, es un remordimiento que llevaré siempre.
Se casó a los 24 años con Humberto Villegas Chacón y tuvieron cuatro hijos: María Teresa, José Humberto (+), Juan Carlos y Álvaro.
Aquí mi saludo por sus 100 años de vida.
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Mi tía Escolástica es una mujer cuya historia se pierde cien años atrás. No conozco su vida cuanto quisiera, porque no tuve la oportunidad a de preguntarle sobre su pasado, es un remordimiento que llevaré siempre.
Ella tendría unos 15 años cuando Bolivia vivió la Guerra del Chaco, entonces vivía en el Centro Minero Pulacayo - el más moderno del inició del
siglo XX - seguramente como todas las demás mujeres, bajaba a la ciudad
de Uyuni para cocinar y atender a los soldados que viajaban para no
volver jamás, o que regresaban mutilados desde el campo de combate.
El poco tiempo que la visité no me atreví a preguntarle, tal vez porque todavía era un niño.Hubiese querido saber cómo conoció a su esposo, un señor alto, rubio, de ojos verdes, que trabajaba en uno de los talleres del centro minero.
El poco tiempo que la visité no me atreví a preguntarle, tal vez porque todavía era un niño.Hubiese querido saber cómo conoció a su esposo, un señor alto, rubio, de ojos verdes, que trabajaba en uno de los talleres del centro minero.
Solo
sé que ella era una profesora de "economía", así se llamaba a las
lecciones donde las hijas de los obreros del centro minero aprendían a
bordar, a cocinar..., intuyo que aprendían a ser señoritas preparadas
para vivir en la década de los cuarenta. Escolástica era una maestra que
seguramente aconsejaba y guiaba una generación de niñas que debían construir y
sostener un país despedazado por la guerra.