Es una de las iglesias más antiguas de Roma y la actual construcción es del siglo XII en la que resalta el suelo de época medieval y el techo de madera tallada y posteriormente policromada.
Desde la sacristía – por solo 3 Euros – se puede descender a la Basílica paleocristiana donde es posible apreciar algunas pinturas y decoraciones que milagrosamente han resistido al tiempo.
Esta primera basílica es del siglo V donde los cristianos se reunían para rezar en recuerdo de Crisógono, un romano que fue martirizado en tiempos del emperador Diocleciano.
Posteriormente, en el siglo XII, un cardenal hizo sepultar la construcción para construir otra encima de ella.
Solo en 1908 el Ministerio de Bellas Artes de Italia realizó excavaciones para re-descubrir la basílica paleo-cristiana, aunque no se pudo rescatar todo el perímetro porque la base de la construcción actual ocupa varios lugares del perímetro original.
Con las primeras excavaciones vino a la luz la pila bautismal, dividida por los muros de la construcción medieval, también se reconocen la schola cantorum, la confesión y la cripta semi anular con restos de pinturas de Santos.
Se rescataron los dos ambientes laterales y en una de las alas se reconocen pinturas que representan a San Rufo, San Crisógono y Anastasia pintados en tamaño natural. También se observan interesantes decoraciones de la iglesia primitiva.
Al visitar esta basílica subterránea también encontramos sarcófagos muy bien conservados porque el lugar también cumplía la función de cementerio.
Es un lugar escondido a la ciudad que se mueve arriba de él. Casi siempre está vacío, pero cada muro, cada sarcófago y cada peldaño evocan historia.
Dirección de la "Iglesia de San Crisógono"
Piazza Sidney Sonnino, 44,
00153 Roma RM
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