1/12/17

Pulacayo es más que la Tesis de Pulacayo, y Uyuni existe gracias a la Mina de Pulacayo. Entrevista sobre la novela El amor bajo las piedras




1. Pulacayo cumplirá un aniversario más ¿Cómo desde su novela coadyuva a que se recupere este patrimonio histórico?

Espero que mi esfuerzo literario sea un homenaje a este pueblo histórico. Por un lado el centro minero de Pulacayo, Sede de la Compañía Minera Huanchaca hizo llegar a Bolivia la revolución industrial de entonces, es decir, la mejor tecnología de la época, por ejemplo el tren, el teléfono o grandes maquinarias eléctricas, aunque también hay que decir que todo eso le permitió sacar del país toneladas de plata rumbo a Antofagasta. Luego en la década de los cuarenta vino la revolución proletaria con la Tesis de Pulacayo y luego la revolución del 52 y el nacimiento de la COMIBOL.

Pulacayo vio nacer familias y generaciones que crecieron con los valores de la solidaridad y fraternidad, que se mantienen hasta hoy, porque todavía existen las asociaciones de residentes de pulacayeños en el interior del país y en Argentina; son ellos los que todavía mantienen el patrimonio histórico de este lugar. Mi novela tiene como escenario a este Centro Minero y describe la vida de ese entonces, por lo cual preserva su historia y espero que esta novela sea conocida por un público más amplio. Pienso entregar la novela al Papa Francisco.

Estos días me contactó por las redes sociales un señor que dejó Pulacayo cuando él tenía un año y todavía no conoce el pueblo que le vio nacer y ahora con este relato está animado a regresar y conocer esta localidad.


2. .¿Por qué cree que algunos consideran  que Pulacayo desfallece en el olvido?  Según su opinión  ¿Pulacayo está olvidada? ¿Por qué?

A Pulacayo muchos la conocen solo por la “Tesis de Pulacayo” pero es mucho más. Este pueblo minero tiene un patrimonio tangible como las hileras de casas, que están desapareciendo, porque la gente quiere recuperar los adobes, las grandes maquinarias obsoletas, las estructuras y salones que hoy en día pertenecen a la COMIBOL, o sus canchas de golf. En este centro minero está la Casa Gerencia, que perteneció al expresidente Aniceto Arce, es una casona con chimeneas de mármol y cuadros de la época, también su cementerio es un monumento que fue saqueado. Paralelamente, también tiene un patrimonio intangible importante, es decir las culturas que se entrelazaron porque muchos europeos, especialmente franceses, vivieron allí y muchos nativos de la zona venían a buscar trabajo, la carne llegaba desde Argentina, las verduras desde los valles bolivianos, y a pesar de las clases sociales bien marcadas había un mezcla, por ejemplo, durante el Carnaval, una fiesta conocida en todo el país. Encontré documentación en varios idiomas que me ayudaron a reconstruir el escenario que en efecto corre el riesgo de perderse.


En Antofagasta se construyó una fundación gigante para beneficiar el mineral de Pulacayo, hoy se conocen como las Ruinas de Huanchaca donde se realizan conciertos, muestras de arte y visitas guiadas. ¿Y en Pulacayo? Nada. El verdadero pueblo de Huanchaca -donde había la chimenea más alta del continente con treinta metros de altura - ha desaparecido.

En realidad, se han hecho esfuerzos y proyectos para hacer un museo o un archivo, pero cuando llegas al lugar te das cuenta que son los pocos habitantes sus verdaderos custodios y promotores.
Por otro lado hay una realidad que puede cambiar el destino de Pulacayo para bien o para mal, porque en el 2015, el gobierno dio la concesión de la mina a la transnacional canadiense Prophecy Development Corp. (PDC) que inició exploraciones para explotar el mineral, pero la pregunta es si existirá o no la voluntad de preservar el patrimonio arqueológico industrial en el que se convirtió Pulacayo. Ojalá que la reactivación de la mina no signifique borrón y cuenta nueva.

3.  Uyuni se encuentra a pocos kilómetros y ahí la afluencia de turistas continua ¿Cómo su novela puede ayudar a redescubrir el potencial turístico de Pulacayo?

Quisiera soñar e imaginar que la juventud y las nuevas generaciones irán a visitar este pueblo y que el turismo crezca en este lugar con visitas guiadas.

Actualmente los miles de turistas nacionales e internacionales que llegan al Salar de Uyuni, se van sin conocer Pulacayo sin saber que Uyuni nació porque el tren debía llegar hasta la bocamina, y entonces se creó Uyuni, con la pretensión de ser una gran ciudad, con calles a doble vía, parques y hoteles.
La crónica narra que fue el Presidente Aniceto Arce, gran accionista de Huanchaca, que hizo que el tren llegue hasta su mina e incluso habían propuesto que Uyuni llevara el nombre de Aniceto Arce, menos mal que el presidente no aceptó.

4. En su obra,  ¿Los principios de la tesis de  Pulacayo mantienen vigencia? ¿Por qué?

Un viajero y estudioso (Mario Giorgetta, residente en Suiza) señala un documento donde se describe los siguiente: "...en Pulacayo los mineros viven en pocilgas - en pocilgas para mineros, porque los cobertizos para cerdos de Pairumani son mejores que las viviendas de millares de jornaleros de estas minas". Leyendo este testimonio seguramente puedo afirmar que la Tesis de Pulacayo fue necesaria y considero que algunos principios siempre seguirán vigentes por la necesidad de un justo salario y condiciones humanas para el proletariado, aclarando que personalmente no soy partidario de la revolución trotskista.

Sin embargo, mi obra relata la vida de este centro minero en la década de los veinte y treinta, y Apolinar –el protagonista- regresa a su pueblo después de cincuenta años para despedirse del pueblo que le vio nacer; por lo tanto he querido evitar el tema de la tesis de Pulacayo, aunque describo claramente la vida de los mineros y de los obreros que trabajaban en los talleres. La lucha por la sindicalización del proletariado era necesaria.

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